OTROS ELEMENTOS IMPORTANTES
Salvo una situación totalmente inesperada, en donde todo hijo de Dios tiene la autoridad de la que ya hemos hablado, el trabajo de liberación debe ejercerse bajo estricta dirección de Dios. Sin esto, muchas veces los demonios se resisten a quien desea expulsarlos y no salen.
Es conveniente hacerlo en equipo, no menos de dos personas (en casos son necesarias muchas más), siendo muy importante que sean de ambos sexos.
No se le debe dar a beber absolutamente nada. En muchos lugares, por confusión o ignorancia, se les daba a beber aceite con la intención de producir vómitos, ya que se creía que eran la única manifestación de liberación. Error total. “Ellos” pueden argumentar para no salir que se les ha dado de beber algo “raro”, restándole el poder a Dios.
Salvo que el Espíritu lo indique, no tocar en ningún momento a la persona, y si se hace, generalmente que sea en la cabeza y no en ninguna otra parte del cuerpo, sobre todo si es del sexo opuesto. Hay experiencias que aconsejan no reprender demonios en lenguas.
Es conveniente que sea una sola persona la que reprende, el resto debe orar por él, cubriéndolo. Interceder, alabar, glorificar a Dios. Cuando aquel se cansa, otro siervo toma su lugar y así alternativa y sucesivamente hasta terminar el trabajo.
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